El consumismo es la crisis
El viernes 27 de noviembre se celebra el Día sin compras 2009, un evento internacional que lleva 18 años denunciando la crisis ambiental y social a la que nuestro modelo de consumo nos ha llevado. El actual modelo de consumo es social y ambientalmente insostenible. Por ello es necesario otro modelo que priorice el pequeño comercio frente a las grandes superficies, la agricultura ecológica frente a la gran industria de la alimentación intensiva, la cultura de la reutilización frente a la cultura del "usar y tirar", entre otros ejemplos. Ecologistas en Acción difunde y apoya estas alternativas, que son una forma sostenible de consumo a pequeña y mediana escala. Por desgracia, el mercado tradicional, con todos los beneficios sociales que proporcionaba para la comunidad, también ha pasado a ser una opción de compra, ante la competencia de grandes superficies, supermercados y tiendas de bajo coste. Pero además, hay otros proyectos en marcha, de escala reducida, que funcionan como verdaderos espacios de ensayo de alternativas de consumo sostenibles y socialmente responsables. Así, las cooperativas autogestionadas de consumo de productos ecológicos suponen una iniciativa ciudadana que fomenta el trato directo entre el consumidor crítico y el productor sostenible y, además, genera una cultura de cooperación local, entre vecinos, que el centro comercial y la gran superficie han eliminado casi completamente.Otro tipo de cooperativas, las de trueque, crean redes de ciudadanos que intercambian bienes y servicios, cuestionando la cultura de la competitividad y el economicismo del comercio convencional con un proyecto basado en la cooperación y la ayuda mutua.También dentro de la denominada economía solidaria se encuentran multitud de proyectos que aplican criterios sociales. Entre ellos, varios apuestan por la recuperación de residuos que todavía tienen vida útil y que, una vez tratados, vuelven al mercado, a la vez que un empleo justo integra a miembros de colectivos desfavorecidos.También de la reutilización y del reciclaje viven propuestas de, que animan y enseñan al consumidor a reparar y arreglar muebles, electrodomésticos y demás productos que nuestra sociedad de consumo ha considerado basura antes de tiempo. Este modelo de aprendizaje solidario se ha extendido también a otros bienes y a su abrigo han nacido incluso tiendas gratis o libres, espacios de gestión colectiva donde se recoge ropa y otros productos para después ofrecerlos de forma gratuita o a través del intercambio.Todas estas propuestas suponen un abanico de proyectos con buenas dosis de innovación, con profundas raíces en procesos colectivos y que aportan la cultura propositiva necesaria para enfrentarnos a la actual crisis.
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